domingo, 24 de febrero de 2008

Dialéctica

En su concepción de la dialéctica Marx recibió el legado de Federico Hegel, quien a su vez se inspiró en el griego Heráclito (VI a.C.). El recuerdo de Hegel palpitaba en la Universidad de Berlín cuando el joven Marx llegó a ese claustro a estudiar historia y derecho. Elevado en vida al rango de filósofo social de Alemania, Hegel había dado a sus discípulos una fórmula que llamó "dialéctica", que permitía comprender tanto los aspectos positivos como negativos de la historia, la ética, el derecho, la política y la biología. Sostenía que en el dramático conflicto de ideas, instituciones y sociedades, existe un gran principio armonizador(síntesis), que resulta de la acción (tesis) y negación (antítesis) de las cosas. Vivimos un proceso en el cual todo crece, cambia y vuelve a desarrollarse. Dicho en otra forma, en este proceso cada movimiento produce, por una reacción automática, su movimiento opuesto; y del conflicto resultante entre los opuestos (tesis y antítesis) nace la síntesis final. El Universo es un todo sistemático de cualidades positivas y negativas relacionadas entre sí. Toda cosa real implica la coexistencia de elementos contrarios. Para explicar el impacto de esta teoría dialéctica en Marx, el autor Ernest R. Trattner señala que de inmediato el joven teórico empezó a analizar la historia como una marcha trabajosa a través de la oposición, o sea un movimiento triple (tesis, antítesis y síntesis), que constituye la ley de todo desarrollo. La historia no contiene una masa casual de acontecimientos, sino una unidad surgida entre las diversidades opuestas. Las cosas no son estáticas, sino transitorias. Están en movimiento. La diferencia fundamental entre Hegel y Marx radica en lo que cada cual sostiene que produce ese movimiento en el proceso histórico. Hegel lo atribuye a lo Absoluto, vale decir Dios, o la Inteligencia Suprema, o el Espíritu Cósmico, o como quiera llamarse a cualquier fuerza extra-terrestre. Marx afirma, por el contrario, que son las causas económicas las que influyen en los movimientos de la historia. No dijo, como muchos creen erróneamente, que tales causas constituyen el factor único, porque el hombre también influye. Por eso difirió de Feuerbach, que postulaba un materialismo absoluto y que para negar el papel de la inteligencia aducía que "el hombre es lo que come". Hegel está calificado como "idealista", y Marx como "materialista". En su libro "Anti-Dühring", Engels califica la dialéctica como la ciencia que estudia las leyes universales del movimiento y desarrollo de la naturaleza, de la sociedad humana y del pensamiento. Es el método marxista de análisis y comprensión.

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